5. La Trinidad
No estaba muy animado por los próximos 45 días. Como les pasa a las familias militares en todas partes, tenía que irme por alrededor de seis semanas para atender un ‘negocio’ del “Tío Sam”, y con una esposa joven y tres hijos pequeños, eso no era divertido. Pero había una cosa en este viaje, que lo hizo soportable—tendría un compañero de cuarto Cristiano. Me animaba la oportunidad del compañerismo y el estudio con otro creyente, y definitivamente no iba a extrañar el tener que aguantar las borracheras y parrandas de compañeros anteriores.