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Where the world comes to study the Bible

4. La Naturaleza de Dios

El Dios Absoluto

Al escribir este capitulo, estoy de hombro a hombro con verdaderos gigantes. Agradecidamente reconozco la tremenda ayuda e influencia que los escritos de A. W. Pink, J. I. Packer, y Stephen Charnock han tenido a través de los años para ayudarme a entender y conocer al Dios Absoluto.

El diacono se movía inquietamente en su silla – esta entrevista no estaba saliendo nada bien. Miro al apacible, (eso pensaba el diacono) pero obstinado hombre de mediana edad sentado frente a él. Le caía muy bien el Reverendo Dodd desde que llego como pastor desde hacia dos años, y la iglesia había casi duplicado su tamaño desde que llego, pero no le gustaba nada la enseñanza del predicador sobre la naturaleza de Dios. ¡La versión Dios del hermano Dodd era aún más desconcertante que la del Diacono Smith! “¡Mire Reverendo, simplemente no puedo creer lo que dice!, ¿Me está diciendo que los planes de Dios no pueden ser frustrados?, ¿y que el controla todos los eventos de la historia humana para su propio propósito? – ¿es eso razonable? Siempre he pensado que Dios es un caballero, el tipo de amigo que te presenta su plan, y te deja que arregles las cosas. Él permite que los humanos manejen el mundo a su manera, excepto cuando el desea intervenir en algún caso en especial.”

El predicador se quito los lentes, se froto los ojos, y dio un gran suspiro. “¿Donde encuentras eso en la Biblia, mi querido Smith? Dios nunca dijo que era razonable – solo Justo. Lo razonable es un estándar humano que cambia tanto como las percepciones – Dios nunca cambia, y sus decretos nunca son alterados. “¡Dios no es, ni puede ser, juzgado por ningún estándar fabricado por el hombre!” El predicador abrió su Biblia y leyó varios versos en voz alta que hablaban de Dios gobernando los asuntos de las naciones, y de su plan para redención a través del sacrificio de la Cruz. “¿Mi querido Smith, fue razonable que Dios enviara a Su Hijo a morir por nosotros?, ¿Acaso Dios ha prometido alguna vez que tomaría en cuenta nuestros pensamientos, caprichos, y el insignificante orgullo humano en sus concilios eternos? ¡No! Smith, Dios es Absoluto, si no lo fuera, ¡no sería Dios!”

El diacono cerro su Biblia nerviosamente. “Reverendo, me tengo que ir. Yo, hem, tengo una cita de negocios al otro lado del pueblo.” Sin siquiera titubear, antes de que el pastor sugiriera que oraran, el Diacono Smith se levanto y se fue. En la puerta, titubeo un poco, volteo y dijo, “Le diré esto – usted y yo no alabamos al mismo Dios.” El pastor jamás vio al Diacono Smith en la iglesia; Smith no regresaba llamadas. Algún tiempo después escucho que los Smiths se habían ido a otra iglesia liberal Protestante al otro lado del pueblo.

Esta historia es verdadera, aunque los protagonistas son compuestos. Algunas de las circunstancias, y por supuesto, los nombres han sido cambiados, pero aquello realmente sucedió a un predicador del sur de Los Estados Unidos de América en la década de los 70´s. Un hombre laico y prominente en una iglesia evangélica Bautista, que había asistido a la iglesia por muchos años, tenía un concepto de Dios que estaba muy alejado de la imagen del Dios en la Biblia. Este hombre imagino a Dios como un abuelo cósmico, un buen cuate, un hombre de negocios que solo se ocupa de sus asuntos, al menos que alguna circunstancia extraordinaria ocurra. El Dios de Smith se sentiría como en su casa en las comidas del club de hombres de negocios, o en el country club de Smith. En pocas palabras, ¡el Dios de Smith era muy parecido a él!

Salmo 50:16-23Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca? Pues tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras. Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu parte. Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño. Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; Contra el hijo de tu madre ponías infamia. Estas cosas hiciste, y yo he callado; Pensabas que de cierto sería yo como tú; Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos. Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios, No sea que os despedace, y no haya quien os libre. El que sacrifica alabanza me honrará; Y al que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios.

¿A que clase de Dios adoras?, ¿Eres como el “Smith” de la historia?, ¿Eres como Israel en el pasaje en el Salmo – crees que Dios es como tú?, ¿Crees que es un muchacho mandadero, un abuelito cósmico mimador y frágil, un caballero que no mata una mosca?, ¿Rechaza el pecado?, ¿Esta tu Dios a merced de la Naturaleza Humana?, ¿Es tu Dios muy pequeño?

¿O adoras al Dios de la Biblia?, ¿Es tu Dios el Dios de José, Quien invierte las malas intenciones de los malvados para Su propio uso? (Génesis 50:20) ¿Adoras al Dios de Job, Cuya grandeza causo que el patriarca se aborreciera a si mismo y se mantuviera en silencio? (Job 42:1-6), ¿Te dejas caer en adoración del Santo, Santo, Santo, Dios de Isaías? (Isaías 6:1-5), ¿Te das cuenta de que tu vida es gobernada por el Soberano y Omnisciente Dios de Daniel? (Daniel 2:20-23, 27-28; 4:34-35), ¿Confías en el Dios de los Salmos, quien hace lo que le complace? (Salmos 115:3; 135:6), ¿Oras al Dios de Abraham, quien llama las cosas que no son para que sean? (Romanos 4:17), ¿Has conocido al Dios de Pablo, quien es Rey de Reyes, y Señor de Señores? (1 Timoteo 6:14-16).

En este capitulo, veremos brevemente siete de los muchos atributos de Dios. Ciertamente no son sus únicos atributos, pero son los que nuestra era decadente ignora más. No solo son estos atributos de Dios ignorados en nuestra era, son odiados y despreciados por muchos debido que el hombre moderno se jacta de su independencia y auto adoración. Los atributos de Soberanía, Santidad, Omnipotencia, Omnisciencia, lo Incambiable, la Ira y el amor, separan a Dios de todos los Dioses paganos, y de los Dioses falsos de “Cristianos” quien como A. W. Pink ha dicho, crean su propio Dios sacado de su imaginación.

Atributo #1 – Dios es Soberano

Dios es Soberano, lo cual significa que Él es EL JEFE, y punto. Dios no esta sujeto a nadie – nadie puede decirle a Dios que hacer o juzgar sus acciones. (Romanos 9:1-25; Salmos 115:3; 135:6) El concepto de soberano, el cual es un gobernante con autoridad absoluta quien no reporta a nadie, es algo con lo que la mayoría de norteamericanos no están muy familiarizados. Escuchamos cosas sobre un dictador o “hombre fuerte” quien tiene poderes que parecen “soberanos,” pero eso esta muy lejos de la clásica definición de soberano. En la historia, un soberano era un gobernante que tenía autoridad absoluta y quien tenía el derecho a esa autoridad, usualmente por herencia o conquista, pero aún los verdaderos soberanos de la historia eran solo una pálida reflexión de lo Soberano de Nuestro Señor Dios.

Una navaja, una bala, veneno, una fiebre, o el tiempo son cosas que han destronado a todo soberano que haya existido – excepto el Soberano Eterno que vive por siempre. La omnipotencia, que veremos más adelante, habla del Poder de Dios y su Habilidad – Su Soberania expresa Su autoridad por derecho. Si estudiamos en detalle los pasajes tales como Isaías 40 y Job 38-42, encontramos que Dios reclama el derecho a gobernar por que Él es el Creador, Es eterno, y Es Único – no hay otro como Él.

Dios define el bien. Si no nos gusta alguna acción de Dios, o si creemos que Dios no es “justo,” eso es irrelevante – cualquier cosa dicha por Dios esta bien – “sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso…” (Romanos 3:4). Cualquier cosa que Dios haga, es por definición, bien hecho. No tenemos ninguna base para retar ninguna de sus acciones, porque Su punto de vista es el único que cuenta (Romanos 9:11-21; Daniel 4:34-35).

El gobierno de Dios es universal. No esta limitado a espacios o el tiempo. Dios soberanamente gobierna las naciones. No esta esperando para ver cuales serán los próximos desarrollos políticos – Él esta acomodando las circunstancias del universo para que estas se acomoden a Sus propósitos. El no causa las acciones pecaminosas del hombre y naciones, ni hace que la gente actúe como robots. Su forma de gobernar es un misterio, pero sabemos que lo hace por medio de intervención en la historia (Hechos 17:26-27; Isaías 46:9-11).

Salmo 115:3 Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho

Salmo 135:6 Todo lo que Jehová quiere, lo hace, En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.

Atributo #2-Dios es Santo

Santo es un término que usa la Biblia, el cual significa “apartado.” Dios esta apartado de todas las cosas, y es 100% puro en su totalidad. El esta apartado por lo que Él es. Sus atributos lo apartan de todo lo demás como Único, y Santidad, es en escencia, Su atributo central. Como el eje de una rueda gigante, Su Santidad define el grado infinito de Sus otras perfecciones. ¿Es Dios Soberano? Si, y lo es de manera perfecta, infinita – Él esta apartado en la perfección de Su Soberania. ¿Es Dios amoroso? Si, y Su amor es perfecto y completamente sobrepasa cualquier otro amor de cualquier otra criatura. ¿Es Dios omnipotente y omnisciente? Si, y Su poder y conocimiento son infinitos, también, apartándolo de todas Sus criaturas. Apocalipsis 15:4 dice de Dios “…Solo Tu eres Santo.” Moisés, en su canción dice “…Quien entre los Dioses es como Tu, O SEÑOR…majestad en Santidad.” La eternidad será una celebración gozosa del Dios Santo. Vislumbramos una escena en el cielo por medio de las visiones de Isaías y el gran apóstol Juan, al igual que estos libros de los Salmos:

Apocalipsis 4:8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.


Isaías 6:1-3 En el año que murió el rey Usías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria

Salmo 99:9 Exaltad a Jehová nuestro Dios, Y postraos ante su santo monte, Porque Jehová nuestro Dios es santo.

Salmo 33:21 Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, Porque en su santo nombre hemos confiado

Salmo 77:13 Oh Dios, santo es tu camino; ¿Qué dios es grande como nuestro Dios?

Salmo 89:18 Porque Jehová es nuestro escudo, Y nuestro rey es el Santo de Israel.

Salmo 105:3 Gloriaos en su santo nombre; Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.

Salmo 145:21 La alabanza de Jehová proclamará mi boca; Y todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre.

Atributo #3—Dio es Omnipotente

Dios es todo-poderoso. Los humoristas y los amantes de argumentos tienen mucha diversión con esto, y preguntan cosas ridículas como “Si Dios es Omnipotente, ¿puede hacer una montaña tan grande que no la podrá levantar?” Si puede, entonces no es tan poderoso, porque no la puede levantar, y si no puede, entonces no es tan poderoso porque no puede hacer una montaña tan grande que no podrá levantar.” Por supuesto, la respuesta es que el Dios todo poderoso es infinito, ¡y no hay límites en Su infinidad! La pregunta del gran filosofo trata de imponer en Dios un grupo de circunstancias basadas en la lógica y el razonamiento humano, como el falso estándar humano de “justicia.” El hecho es que, lo que Dios quiere hacer, ¡Él lo hace!, ¡No hay limites en su poder! La Soberanía Divina expresa el DERECHO de Dios para hacer lo que ha Él le complazca, la Omnipotencia expresa Su HABILIDAD.

Isaías 43:13 Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?

Job 42:2 Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti.

Atributo #4—Dios es Omnisciente

Dios sabe todo. Nuevamente, nuestras pequeñas mentes tienen dificultad para entender la anchura y la profundidad de esa declaración. Dios sabe cosas que nosotros ni siquiera podemos concebir—Él conoce nuestros pensamientos, nuestros pecados, nuestros deseos más profundos (Hebreos 4:13), y el conoce nuestro destino. Dios es, dice el Salmista, de “entendimiento infinito” (salmo 147:4-5) Nada puede ser escondido de el (Job 34:21-23).

Dios también tiene presciencia, lo cual es un concepto que tiene dos aspectos, presciencia y pre-conocimiento. El preconocimiento se refiere a que Dios conoce los eventos, situaciones, y personas en general, antes de que tengan existencia.

Isaías 42:9 He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes que salgan a luz, yo os las haré notorias.

Daniel 2:19-23, 27-29 Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo. Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz. A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey.

Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama: Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser.

Preconocimiento se refiere a la presciencia personal que tiene Dios de Su Gente. El los conoce en un sentido intimo y personal – Él no solo sabe de ellos, Él los conoce.

Jeremías 1:5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.

Romanos 8:29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Romanos11:2-5 No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo: Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme? Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.


1Pedro 1:1-2 Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.

Atributo #5—Dios es Inmutable

Es una constante que las cosas de esta vida cambien, la gente cambia. Un hombre deja a la mujer quien ha sido su compañera por muchos años—“la gente cambia,” dice él. Una ejecutiva que ha trabajado fielmente para una compañía por 20 años es despedida sin razón aparente, “los tiempos han cambiado,” le dicen al despedirla. Las modas cambian, la música cambia, la política cambia—todo y todos cambian, excepto Dios. Dios no cambia. Sus maneras de manifestarse al hombre podrán cambiar; Puede revelar misterios antes ocultos (Efesios 3:7-11); Puede hablar Antropomorfitamente (significa que Él puede hablar como si fuera humano, cuando Dios habla antropomorfitamente, Él usa términos humanos para ser entendido), pero Dios no cambia en esencia—Él es eternamente el mismo.

Esto también aplica al Hijo de Dios, el Dios hecho hombre Cristo Jesús, y también al Espíritu Santo. ¿Pero, que tal cuando Cristo se hizo hombre (ver capitulo 5)?, ¿No es esto un cambio? No en la manera que Dios define un cambio (y su definición es la única que cuenta). Él no cambió en su esencia, solo en la manera en que Él se manifestó a la humanidad—Él fue el cordero sacrificado de la fundación del mundo,” Job llamo a Dios “mi Redentor,” muchos años antes de Su encarnación (hecho carne).

Malaquias 3:6 “Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos”

Santiago 1:17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

Hebreos 1:10-12 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos.

Ellos perecerán, mas tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura, Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.

Hebreos 13:8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

Deuteronomio 33:27 El eterno Dios es tu refugio, Y acá abajo los brazos eternos; El echó de delante de ti al enemigo, Y dijo: Destruye.

Atributo #6—Dios es un Dios de Ira

Este es un tema solemne para discutir, pero no lo podemos evitar. La idea de un Ser todo poderoso que se enoja con facilidad es escalofriante. Sabemos que somos falibles; sabemos que hacemos cosas que son contrarias a la rectitud. La noción de que tengamos que responder por todas esas culpas, y aún peor, por pecados específicos, a un Dios que posee ira es digno de causar pesadillas. En este tema, el autor cree que no hay un comentario mejor sobre la Ira de Dios que el de A. W. Pink:

“…que la ira de Dios es una Divina Perfección esta claramente demostrado por lo que leemos en el Salmo 95:11 “Por tanto, juré en mi furor.” Hay dos ocasiones en las que Dios “Jura”: al hacer promesas (Génesis 22:16); y al pronunciar juicios (Deuteronomio 1:34 ff) En este, Él jura a Sus hijos en piedad; en el otro, Él jura que privará a una generación malvada de sus murmuraciones y de su incredulidad. Un juramento es una solemne confirmación (Hebreos 6:16). En Génesis 22:16, Dios dice, “Por mi mismo He jurado…” En el Salmo 89:35, Él declara, “Una vez He jurado por Mi Santidad.” Y en el Salmo 95:11, Él afirma, “Por tanto juré en Mi Furor.” Entonces el Gran Jehová nos dice que su “Ira” es tan perfecta como su “Santidad”; ¡Él jura tanto por una como por la otra!, Como en Cristo “Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.” (Colosenses 2:9), y como todas las perfecciones Divinas son ilustradamente mostradas por Él (Juan 1:18), entonces también leemos sobre la “Ira del Cordero.” (Apocalipsis 6:17) (Los Atributos de Dios)

La gente que forma parte de la civilización Moderna Occidental odia el concepto de un Dios que posee Ira. Lo único que la gente quiere conocer acerca de Dios (cuando verdaderamente quieren saber algo) es de Su amor. El hombre crea en su mente el concepto de un Dios que es todo amor y nada más – lo convierten en un ídolo en sus cabezas. La Biblia, por otro lado, es absoluta en cuanto al hecho de que Dios es un Dios de Ira. Como veremos en los capítulos 4 y 6, la ira de Dios es la razón de la necesidad del Evangelio (Romanos 1:16-18) – La expiación y Salivación por Gracia son requeridas por la justa ira de Dios contra el pecado. Para el creyente, la liberación de la ira es nuestra gran esperanza (1 Tesalonisences 1:10), y la ira de Dios es aplacada para los creyentes por la Sangre de Cristo (Romanos 3:25-26; 5:8-9). La ira de Dios contra el pecado y los pecadores es tan grande que Él mandó a Su Hijo para que muriera en lugar de aquellos que debían ser redimidos – ningún otro sacrificio sería suficiente. Si negamos la Ira, esencialmente negamos el evangelio.

Atributo #7—Dios es Amor

Habiendo escrito que Dios es un Dios de Ira, nos volteamos al otro lado de la moneda, y hablamos de Su amor. Para muchos, es contradictorio decir que Dios es un Dios de ira, y que a la vez es un Dios de amor, pero la Biblia esta llena de estos dos conceptos sobre de Él. Como lo dice A. W. Pink:

Hay muchos hoy en día que hablan del amor de Dios, que son totalmente extraños al Dios de amor. El amor Divino es comúnmente considerado como una especie de debilidad amable, un tipo de la indulgencia bonachona; es reducido a un mero sentimiento enfermizo, moldeado de acuerdo a la emoción humana. Ahora la verdad es que en esto, como en todo lo demás, nuestros pensamientos necesitan ser formados y regulados por lo que es revelado en la Santa Escritura. (Los Atributos de Dios)

El amor de Dios es realmente más que solo un atributo; es parte de su esencia. En un sentido general, Dios ama a todos (y a todo) lo que ha creado. En Juan 3:16 “por que de tal manera amo Dios al mundo,” la palabra “mundo” es la palabra Griega, kosmo, la cual en sentido general, se refiera a todo el universo. Por ejemplo, Dios manda Su lluvia a los justos y no justos (Mateo 5:45). Alguna medida de cuidado y protección se extiende a la raza, excepto donde Dios decide no reblandecer y frenar los efectos naturales de nuestro pecado y la rebelión. Pero hay una distinción entre Su cuidado universal por la creación y el amor especial que tiene por Su Gente.

1 Timoteo 4:10 (y para esto trabajamos y nos esforzamos), Si nos fatigamos y luchamos es porque tenemos puesta la esperanza en Dios vivo, que es el salvador de todos los hombres, principalmente de los creyentes.

Ahora bien, no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permanezca, no por las obras sino por el que llama—le fue dicho a Rebeca,

Romanos 9:11-13 “El mayor servirá al menor.” Como está escrito: “A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.”

No merecemos el amor de Dios—es inmerecido e “ininfluenciado” (Pink) —no podemos ganarlo. Dios ejercita la expresión de Su amor de acuerdo a Su Soberana Voluntad, no de acuerdo a nuestras acciones, porque como miembros de una raza rebelde, en realidad no merecemos nada.

Deuteronomio 7:7-8 No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.

1 Juan 4:19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.

El amor de Dios es Eterno, como su inmutabilidad, nunca vacila, cambia, o muere. El acto supremo del gran amor de Dios fue el enviar a Su Hijo a morir en lugar de los pecadores condenados. No podemos imaginar el horror de Cristo, el Hijo de dios y Dios Hijo, al enfrentar la cruz—no tanto por el sufrimiento físico sino por el hecho de que Él, El Perfecto, Santo, Sin Culpa, Hijo de Dios, tomara nuestra culpa y nuestros pecados en sus hombros y enfrentara la ira de Su Padre. Tal amor no tiene comparación (ver capitulo 5). Dado este gran sacrificio, este gran amor, esta gran consideración, nada puede separar a los redimidos del amor de Dios.


Jeremías 31:3 Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.


Efesios 1:4-5 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad


Esta es la doctrina del amor de Dios—pero aún hay mucho más de él. No soy un hombre muy emocional por naturaleza, pero hay algo en el amor de Dios que levanta pasiones desde muy adentro de mi alma, que desafían cualquier descripción. No puedo imaginar a alguien tan amoroso que dejaría las glorias del cielo, para caminar en “mis zapatos” por 30 años, y luego morir por mi. No puedo imaginar a un Ser, tan misericordioso que haría como dice la canción, “ver más allá de mi culpa y ver mi necesidad.” El amor de Dios no es un amor sentimental, enfermizo que es como el amor de dulce de algodón que los humanos expresamos entre nosotros—no es como el amor que esta aquí el día de hoy y se va mañana. Si entiendes el alcance y el poder del amor de Dios, y conoces el eterno significado de Su gracia y misericordia por medio de la Cruz (ver capítulos 5 y 6), no hay fuerza alguna en la tierra, ni tragedia de la vida humana, o pecado en tu propio pasado que pueda quitar la dulzura de su amor o el gozo de su compañía. El amor de Dios es un tesoro más allá de cualquier precio para aquellos que Lo conocen. Hace muchos años, cuando era joven, escribí unas letras que describen lo eterno, y poderoso del amor de Dios;

Antes que el mundo fuera hecho, Jesús me amó.
Antes del día de la creación, le importé.
Él conocía mi pecado, lo sabia todo,
Él sabia que yo rechazaría Su llamado,
Pero Él me amo, me salvo, siempre le importé.

Cuando estaba perdido en el pecado, Jesús me amó.
Cuando profane Su nombre, le importé.
Cargo con mi pecado, tomo mi culpa,
Hombres malvados lo avergonzaron (incluido yo)
Él me amo, Él me salvo, siempre le importé.

Cuando me negué a oír, Jesús me amó.
Cuando cerré mi oído, le importe.
Suavemente rompió mi malvada voluntad,
Su Espíritu se esforzó conmigo hasta que
Él me encontró y me salvo, siempre le importé.

Estos sentimientos son pálidos comparados con la ardiente y apasionada luz de su presencia—cuando el mundo nos ha dado un golpe, cuando todo parece oscuridad y no podemos ver la luz, es entonces cuando Él Señor mismo deja impreso en nuestras mentes y nuestros corazones la profundidad de su amor. Es cuando sentimos el gran gozo de saber que somos almas liberadas por su sacrificio, y que nada nos puede separar de su amor que entendemos el impresionante poder de las palabras de Pablo.

Romanos 8:35-39 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Resumen

Este es el Dios Absoluto de la Biblia—Él hace lo que le da placer, Él logra lo que Él se propone, ninguno de sus planes es frustrado por las insignificantes desiciones del ser humano. El tiene ira contra la rebelión, pero su amor va más allá de nuestra imaginación. En una de las declaraciones más concisas y profundas que se haya escrito sobre El Dios Absoluto, A W. Pink dijo:

“El ‘Dios’ de este siglo veinte no tiene más parecido al Supremo Soberano del cual los Santos escribieron que el débil parpadeo de una vela en la gloria del sol de medio día. Él ‘Dios’ del cual se habla estos días en el pulpito promedio, en la escuela dominical ordinaria, que es mencionado en mucha de la literatura de hoy, y predicado en la mayoría de las llamadas conferencias de Biblia, es un invento de la imaginación humana, un invento del sentimentalismo llorón. Los paganos alejados del Cristianismo crean ‘dioses’ de madera y piedra, mientras los paganos dentro del Cristianismo crean un ‘dios’ de acuerdo a sus mentes carnales. En realidad, también son ateos, pues no hay otra alternativa posible entre tener un Dios Absoluto y Supremo, y no tener ninguno. Un ‘dios’ que es resistido, que sus diseños son frustrados, cuyo propósito es frustrado, no posee ningún titulo de Deidad, y más que ser un simple objeto de adoración, no merece más que desprecio.” (Atributos de Dios)

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