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Adornándote a Ti Misma

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Por Joan Floyd

Todas nosotras hemos pasado por algún tipo de enseñanza, bien sea dentro o fuera de nuestra Iglesias locales. Enseñanzas que afectan nuestro entendimiento de la “adoración simple y pura de Cristo.” Esta es lo que deberíamos todas estar buscando. Habiendo hecho todo lo posible para desarrollar y enseñar las verdades del evangelio en su ministerio, Pablo se preocupa a los fines de sus días, que sus discípulos fieles pasen estas verdades a otros cristianos fieles quienes, a su vez, las enseñarán a otros y así sucesivamente. Pablo veía a este cuerpo de verdad como una mayordomía especial de Dios, para ser manejada con gran cuidado. Ya que la verdad lleva a piedad en los creyentes al señalarles a Jesucristo, es entonces uno de los tesoros de mayor valor. Los líderes de las iglesias locales no solo debían enseñar fielmente la verdad a sus congregaciones, sino que debían resistir seriamente cualquier intento que desprecie, poluta, o ataque al verdadero evangelio.

Pablo escribió en Gálatas 1:6-9 a los gálatas y también a nosotras:

“Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente al que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica evangelio diferente al que os hemos predicado sea anatema”

Pablo conocía su humanidad y su capacidad de caer en error, si el apartaba los ojos de Dios. Así que, él instruyó al pueblo que si lo escuchaban a él predicar otro evangelio que el evangelio verdadero de Jesucristo, el que le había sido enseñado, ¡ellos debían ir de vuelta a la VERDAD y no escuchar a Pablo! Si el mensaje que escuchas es contrario a lo que el evangelio ya ha presentado, date vuelta. Si tu pastor o tu maestro favorito de internet, TV o radio comienza a enseñar algo contrario a lo impreso en la Palabra de Dios, huye – apágalo. En otras palabras, no te comprometas tanto a un hombre, mujer, grupo, o maestro que cuando comienzas a escuchar cosas extra, permanezcas tan comprometida a lo que esa persona está diciendo. Para. Prueba todo con la Palabra de Dios. Conoce la Palabra de Dios para que puedas salir de aquello que no es verdad.

Teniendo a la Vista el Producto Final

Las costureras usan patrones para crear piezas de moda con las cuales se adornan – un vestido, una falda, o blusa. El ver una pieza del patrón de un vestido, no le enseña a usted cómo confeccionar el vestido. El ver el producto final, la foto del vestido, le da una idea de cómo las piezas se juntan. Una costurera tiene el producto final en mente mientras ella utiliza las piezas de los patrones para construir el vestido de acuerdo al diseño. Esto es similar al estudio de la Biblia.

Para entender la forma en la que Dios diseñó que vivamos, necesitamos pasar tiempo perfeccionando nuestro conocimiento de Él en Su Palabra – no solo piezas aquí y allá de vez en cuando, sino familiarizándonos diligentemente con todo ello. Necesitamos leer nuestras Biblias no al menos una vez, no con la expectativa de que vamos a entender todo de una vez, pero sí con comenzaremos a tener un gran cuadro de Dios y Su plan a través de los siglos. Antes de comenzar un estudio detallado de un libro de la Biblia, necesitamos leer todo el libro para tener una idea general de su mensaje. Como una costurera, tenemos que tener una vision de la foto antes de colocar las piezas juntas. Cuando estudiamos un pasaje específico en la Biblia, deberíamos leer todo el capítulo en el cual se encuentra para poder ver el contexto del pasaje.

Todas estas acciones requieren un plan similar al de una costurera que hace un vestido. Las piezas solo se entienden en la medida que ellas forman parte de todo el vestido. No deberíamos estar contentas con adornarnos solamente con una pieza del vestido – una manga, o un puño, o un cuello – y pensar que estamos usando el vestido completo.

Cuatro grandes temas se entretejen a través de la instrucción de Pablo a Timoteo y Tito, temas que mencionan los asuntos que enfrentan Iglesias locales como las que tú y yo congregamos ahora – asuntos que eran enfrentados por los líderes pastorales, así como por los miembros.

  • Tema #1: Enseña y mantén la verdad y la sana doctrina – guarda o evita erro
  • Tema #2: Importancia de identificar el liderazgo que enseñará fielmente la verdad
  • Tema #3: Preocupación por la reputación de la iglesia … “para que Dios no sea deshonrado.”
  • Tema #4: hacer buenas obras que demuestren lo que tú crees

Estos temas son como las piezas del patrón que cuando se ponen juntas llevan a un creyente a adornarse con piedad.

Adórnate con Piedad

La palabra “adorno” se traduce del griego kosmeo, del cual se deriva la palabra “cosmético.” Significa “arreglarse, colocar en orden.” Esto es lo que hacemos las mujeres cuando nos areglamos nuestro cabello, o colocamos maquillaje, y nos vestimos. ¿Has pensado que cuando te aplicas el maquillaje, estás colocando tu rostro en orden? O cuando te alistas para esa gran entrevista, te arreglas de tal forma para que lo que vistas y cómo actúas demuestren que tú eres la persona indicada para el trabajo. Y, si estás casada, quieres lucir lo mejor posible, mientras haces los arreglos para una cena especial de aniversario con tu esposo – su comida favorita, y te arreglas con su vestido favorito, el peinado y el perfume que a él le gustan. Adornarte es una cosa buena.

¿Qué es la piedad? La piedad es una reverencia por Dios que se caracteriza por una actitud hacia Dios, que hace todo aquello que le complace a Dios, y tomando Su semejanza – atributos de piedad son los mismos que vemos en nuestro Señor Jesús – humildad, compasión, amor, oración, dependencia de Dios el Padre, y mucho más. ¿Qué puede ser más hermoso, y una meta digna de aspirar que el adornarse con piedad? ¿El ponerse el carácter mismo de Dios? ¿El arreglar o vivir tu vida apropiadamente, mostrando las creencias que dices profesar? ¡Qué podría ser más hermoso que estar vestidas, actuar y ser como Él, para Él!

Bien, 1ª de Timoteo y Tito están llenas de hechos de “moda”, así que, como se menciona en Tito 2:10, nosotras podemos verdaderamente …

“{mostrarnos} fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.”

Ahora, tu reacción puede ser algo como, “Eso suena bien; me sentaré y veré como otras lo hacen.” O, tú puedes pensar, “No puedo hacer eso.” Ten la seguridad que Dios no nos pide hacer algo sin equiparnos para hacerlo.

Jesús prometió a quienes le siguen,

“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre – el Espíritu de verdad… No os dejaré huérfanos, vendré a vosotros.” (Juan 14:16,18)

Pablo continuó esta certeza en Filipenses 1:6,

“…El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.”

Y Pedro escribió confiadamente en 2 Pedro 1:3,

“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel, que nos llamó por su gloria y excelencia.”

Tenemos todo lo que necesitamos para piedad a través del Espíritu de Dios quien vive dentro de cada creyente y está continuamente trabajando en nosotras. ¡Qué promesa! Nosotras PODEMOS adornarnos con piedad por el Espíritu de Jesús está en nosotras. Nosotras PODEMOS vivir una vida piadosa porque Su Espíritu está en nosotras.

La palabra “responsabilidad” se desglosa para el cristiano como “mi respuesta a Su habilidad”. El cómo hacerlo nos ha sido dado, pero muchas de nosotras luchamos con lo que es la piedad. Pablo le escribe a las mujeres:

“Asimismo las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.” (1 Timoteo 2:9-10)

Nosotras hablaremos sobre “ropa decorosa” cuando lleguemos a la lección que cubre este pasaje. Por ahora, ¿Por qué debe ser importante nuestro atavío? Porque ELLOS siempre están mirando. ¿Quienes son ellos?

“…presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.” (Tito 2:7-8)

Aquellos quienes se oponen a Cristo y al Evangelio (la policía de la “moda”) están siempre viendo, buscando una excusa por la cual no creer. Cuando nos adornamos con piedad, no hay nada para que “ellos” acusen. Entonces, la palabra de Dios, el mensaje de Dios que profesamos en este mundo, no será deshonrado o puesto en descrédito (Tito 2:5).

¿No deseas que cada mañana cuando te aproximes al espejo para alistarte, te puedas poner solo UNA COSA, y hacer solo UNA COSA, que hiciera todo el trabajo? Una cosa que te presentase al mundo de la forma que quieres lucir. Pero, tenemos que pasar por toda una rutina: ducha, el secador del cabello, la plancha para el cabello, el fijador para el cabello, la base, el rubor, la sombra para los ojos, el delineador, la máscara para pestañas. Y tenemos que vestirnos. Y esto lo hacemos para lucir presentables delante de nuestros amigos y familiares. ¡Ellos no son la policía de la moda, o los oponentes!

A pesar que hay varias formas de mostrar a Cristo, hay una sola cosa que debemos ponernos - ¡Cristo! Hebreos 12:2 lo describe de esta forma: “puestos los ojos en Jesús.” ¿Es esto lo que vez cuando t eves en el espejo en la mañana? ¡Fijando los ojos en Cristo todo el tiempo hará todo el trabajo!

Considera a un pistacho en su cáscara. Si tú amas los pistachos, ¿Cuánto placer te dará si nunca lo sacas de su cáscara para probar el fruto? ¡Ninguno! Bien, Jesús vive en mí y en ti como creyente. ¿Qué tal si nunca le dejo vivir en mi mundo? ¿qué placer podría dar a los que están a mi alrededor, a cualquiera que Él haya puesto en mi vida, si nunca le dejo revelar Su fruto? ¡Ninguno! Recuerda este dicho maravilloso:

¡Él dio su vida por ti, para que Él pudiera dar su vida a ti, para que Él pueda vivir Su vida a través de ti! (Ian Thomas, Saving Life of Christ – La Vida Salvívica de Cristo)

Adórnate con piedad. Mira en el espejo cada mañana y ve QUIEN ERES REALMENTE, y entonces “vístete” de tal forma que OTROS vean a Jesús en ti. Esto no es sobre actuar de forma religiosa. Esto es sobre “ponerse a Jesús cómodamente” Nosotras (todas creyentes) somos el Cuerpo de Cristo. Pablo quiere motivarnos en sus cartas para que nos aproximemos a nuestro mundo cada mañana de la misma forma que lo hacemos frente al espejo – ¡alistándonos para presentar a Su Cuerpo a un mundo que necesita desesperadamente adorno!

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