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Where the world comes to study the Bible

Entendiendo el Contexto Teológico del Discipulado Bíblico

Vimos que en la primera lectura que ser un discípulo de Cristo involucra un llamado de estar con Él y conocerle, como también, seguirle, y hacer discípulos de otra gente. Ahora, es razonable pedir una expansión del contexto de esta obligación. ¿Dónde cabe en su totalidad dentro del plan de Dios? En las próximas dos lecturas veremos aun una explicación teológica y relacional del contexto al llamado al discipulador. Es crucial el entender esto para cuando las cosas se pongan difícil—y se pondrá—no nos pongamos innecesariamente confundidos y con falta de voluntad en nuestras vidas sobre la obra de Dios en el mundo. Necesitaras pasar tiempo enseñando esto a tus discípulos. Como tú y yo necesitamos entender y creerlo.

IA. Contexto Teológico: El Plan de Dios—“Un Pueblo para Su Nombre”

1B. El Progreso del Reino de Dios y el Discípulado

1C.Pacto con Abraham

El punto a mencionar del pacto de Abraham es demostrar que el plan de Dios se centra en bendecir a la gente; ese es Él. De eso se trata el discípulado. Se trata de bendecir a la gente intencionalmente.

Dios prometió a Abraham varias cosas maravillosas, incluye (1) semilla (una nación que viene de sus lomos); (2) una tierra en donde vivir, (3) la bendición personal de un nombre estimado y de reputación, y (4) bendición universal (ej., bendecir al mundo entero a través de Abraham). De tal modo, desde el principio de la creación el plan de Dios siempre ha sido bendecir a la gente. Su elección de Abraham revela la naturaleza personal y universal de ese plan.

Génesis 12:1 Ahora el Señor dijo Abram, “Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré”. 12:2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 12:3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti “todas las familias de la tierra”.

El pacto con Abraham nos prepara a todos para los tratos de Dios con la gente en el futuro, preparando en forma la semilla el fundamento del pacto con David y nuevo pacto, como veremos. Antes de que los analicemos, no obstante, como se relacionan al pacto de Abraham, el pacto con David, y el discipulador, necesitamos compartir una breve palabra sobre la ley Mosaica.

2C. El Pacto Mosaico

Después de un tiempo que Dios le otorgo a Abraham y su posteridad el pacto Abrahamico, Él estableció la Ley en Israel a través de Moisés. Es importante notar que estar en relación con Dios, a través de Su gracia, implica que vivimos de cierta manera (Tito 2:1-15; enf. 11-15). No podemos vivir de cualquier manera que nos parezca y después clamar conocer a Dios. (Tito1:16). Nuestras vidas traicionan a la mentira. Por lo tanto, para mantenernos con Su santidad eterna, Dios en Su gracia nos revelo la Ley a Moisés para que los hijos de Israel entendieran que significa caminar y vivir para Dios. La Ley no les otorgo una relación con Dios, pero se les fue dada porque estaban en relación con Dios—el Dios que los había redimido de Egipto. Todas las orientaciones ceremoniales y sociales eran temporal hasta el sacrificio de Cristo y en si mismo—todo—señala a Cristo (Rom 3:21; Gal 3:23-25). Los estandartes de la Ley están aun vigentes aunque ahora, son interpretados y aplicados por nuestro Señor y Sus apóstoles a la luz del nuevo pacto (Mat. 5:18-20; Rom 8:3-4; 13:8-10). Por ejemplo, la demanda de “No tendrás dioses ajenos delante de mí”, Como lo dice en Éxodo 20:3, y la prohibición contra la idolatría (Éxodo 20:4) se aplican al discípulado en términos del Señorío de Cristo y la exclusive adoración que se le debe solo a Él. Lo observamos en la primera lectura que nosotros, como partidarios de nuestro Señor, debemos aferrarnos a Él y seguirle solo a Él. No debemos de ir tras otros dioses. No tenemos que sacrificar cabras, corderos, etc. o separarnos de la gente por razón étnica, pero debemos vivir vidas santas para el Señor. No debemos robar, mentir, codiciar, matar, cometer adulterio, o usar su nombre en vano.

1D. Deuteronomio 4:12-13

4:12 Y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis. 4:13 Y Él os anuncio su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra. 4:14 A mí también me mandó Jehová en aquel tiempo que os enseñase los estatutos y juicios, para que los pusieseis por obra en la tierra a la cual pasáis a tomar posesión de ella.

2D. Gálatas 3:21-25

3:21 ¿Luego la Ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la Ley. 3:22 Mas la escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes. 3:23 Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la Ley, encerrados para aquella fe que iba ser revelada. 3:24 De manera que la Ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. 3:25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo.

3D. Hebreos 8:13

Al decir: Nuevo pacto, ha dado por Viejo al primero; y lo que se da por Viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.

4D. Romanos 8:3-4

Porque lo que era imposible para la Ley, por cuanto era débil por la carne, Dios enviando a Su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la Ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu

5D. Romanos 13:8-10

13:8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la Ley. 13:9 Porque: “No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás” (y cualquier otro mandamiento) en esta sentencia se resume: “Amaras a tu prójimo como a ti mismo.” 13:10 El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la Ley es el amor.

3C. El pacto con David

La promesa con David concierne semilla, La garantía de un trono, y la promesa de que una casa/templo sería construida para Yahweh. Por lo tanto el pacto con David es realmente una expansión y desarrollo del pacto Abrahamico, en particular, el aspecto de la semilla. Es la garantía que el Dios de las bendiciones prometió al mundo que siempre estaría disponible a través Su elegido o Rey ungido. La pregunta es ¿La gente podrá recibirla? El nuevo pacto o el pacto con Jeremías contestan esa pregunta.

1D. 2 Samuel 7:12-13, 16

7:12 Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré para siempre el trono de su reino. 7:13 El edificara casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino7:16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable permanentemente.

2D. Salmo 89:29

Pondré su descendencia para siempre, y su trono como los días de los cielos.

3D. Hechos 13:32-33

13:32 Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres, 13:33 La cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.

4C. El Nuevo Pacto

Los Israelitas, y todos los hombres por extensión (cf. Romanos 3:19-20), son completamente incapaces de cumplir la Ley Santa de Dios. El Pacto Mosaico no contesta a la pregunta sobre el pecado de una vez por todas. Por lo tanto, Dios estableció un Nuevo y diferente pacto con Su pueblo. En este pacto, regularmente, mejor conocido como el nuevo pacto, Dios promete hacer varias cosas, incluso el perdón de pecados, escribir Su Ley en el corazón de Su pueblo, poner Su Espíritu en nuestros corazones, y abitar con nosotros como Su pueblo para siempre. De esta manera cumple Su promesa a Abraham que habría de bendecir al mundo a través de él.

1D. Jeremías 31:31-34

31:31 “He aquí que vienen días dice Jehová, en los cuales haré Nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. 31:32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tome su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui un marido para ellos, dice Jehová. 31:33 “Pero este es el Nuevo pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios y ellos me serán por pueblo 31:34 “Y no enseñara más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo; Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”.

2D. Ezequiel 36:26-27

36:26 Os daré corazón Nuevo, y pondré espíritu Nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. 36:27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.

5C. La Venida de Cristo y Derramamiento del Espíritu en Pentecostés: El cumplimiento del Nuevo Pacto de una manera Inaugural.

El Nuevo Testamento repetidamente enseña, a través de declaraciones explicitas, alusiva, y ejemplos, que a través de Cristo—el Mesías divinamente ungido—Dios cumplió el Nuevo Pacto de una manera Inaugural y una vez, por todas, responder al problema del pecado del hombre y Satanás. Seguramente la primera venida, con la muerte y resurrección, cubre todos los requisitos fundamentales para el Nuevo Pacto. Las promesas de bendición han sido instituidas aunque su realización total espera hasta el milenio y estado eterno. Él ha fundado una base eterna en la cual perdonar nuestro pecado (ej., la cruz y la resurrección), escribir su ley en nuestro corazón, y el don del Espíritu Santo de una nueva y poderosa manera. Él ha establecido una base eterna para bendecir a Su pueblo para siempre. El Nuevo Pacto no disminuye los estandartes sagrados de Dios de ninguna manera, como tampoco reduce la necesidad de nuestra participación en la obra de Dios. Más bien, nos llama al lugar donde somos perdonados, limpiados, comisionados y enviados con el conocimiento de Su presencia y Su constante obra en los corazones de la gente. En el poder del Espíritu trabajamos juntamente con Él en el ministerio del evangelio y discipulado. (1 Cor 3:9-11).

1D. Lucas 22:15-20

22:20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el Nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.

2D. Hechos 2:1-4, 33

2:1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2:2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 2:3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 2:4 y todos ellos fueron llenos de Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu les daba que hablasen…2:33 Así que exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.

3D. 1 Corintios 3:9-10

Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.

4D. 2 Corintios 3:5-6

3:5 No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, 3:6 el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un Nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica

6C. La Consumación

Los pactos con Abraham, Mesaico, David, y el Nuevo, todos señalan en una dirección: Estos afirman que Dios siempre ha querido un pueblo para si mismo, la cual Él pueda llamar suya, amar y bendecir. Su pueblo, de alguna manera, siempre lo ha necesitado y deseado conocer, amar, y gozar de su Dios por siempre. Este Pensamiento se encuentra en toda la Escritura culminando en su realización culminante de su estado eterno. .

1D. Éxodo 19:5-6

19:5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros series mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. 19:6 Y vosotros me series un reino de sacerdotes, y gente santa.

2D. Levítico 26:12

26:12 Y andaré entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros series mi pueblo.

3D. Jeremías 32:38

32:38 y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios.

4D. Ezequiel 37:27

37:27 Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.

5D. 2 Corintios 6:16

6:16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: “Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”.

6D. Apocalipsis 21:3-4

21:3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, Y Él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 21:4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.

2B. La Encarnación y la Cruz: El Reino Discipulado en Acción

Jesucristo, la segunda persona de la Trinidad, se volvió hombre y habitó entre nosotros (Juan 1:14). Dios no grito desde el cielo, sino, mando a Su Hijo al mundo para estar con nosotros. Él estaba lleno de gracia y verdad y como tal nos enseña a amar a Dios y relaciones adecuadas con otra gente. En verdad, su gran acto de amor se mostró al ir a la cruz para asegurar nuestra salvación. Fue obediente al punto de sufrir la muerte a través de la cruz. Después Dios lo exalto y le dio un nombre que es sobre todo nombre.

Jesús, entonces, provee un patrón quintensenial de discipulado y por ultimo su teología de apoyo: obediencia humilde y servicio seguida por la exaltación. Nota el orden; primero, servicio sacrificial, después exaltación eterna. No de la otra manera. Por lo tanto, discipulado, se trata de amor por Dios y amor por la gente: amar y servir a Dios sacrificialmente amando y sirviendo a la gente. El discipulador tiene un corazón de siervo porque eso es exactamente lo que él y ella son.

1C. Juan 1:14-18—Jesús: Dios morando entre Su Pueblo

1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros. Y vimos su Gloria, Gloria como del unigénito del Padre. 1:15 Juan dio testimonio de Él, y clamo diciendo: Este es quién yo decía: E que viene después de mí; porque era primero que yo. 1:16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. 1:17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. 1:18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer.

2C. Filipenses 2:6-11—El Ejemplo del Discipulado

2:6 El cual, siendo en forma de Dios, no estimó él ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz 2:9 Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 2:10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 2:11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

3B. Nuestro Dios Triuno y la Gran Comisión

En la luz de la revelación del Nuevo Testamento, sabemos que fue el Dios Triuno que estaba obrando en la vida de Abraham, prometiendo bendición hasta los confines de la tierra. Sabemos que fue Él que escogió a David como Su rey y vínculo del cual a través bendeciría a Su pueblo. También sabemos que fue Él quien prometió Su Espíritu como aquél que regeneraría a Su pueblo, santificarlo, y equiparlo para Su servicio. Todo el tiempo ha sido la comunidad divina trabajando Su plan divino para el mundo. Y ahora nosotros también somos llamados a conocer al Padre, a través del Hijo, y la obra de santificación del Espíritu. El Dios que ha prometido bendecir los confines de la tierra es una Trinidad y hemos llegado a conocerle como tal. Y, es en Su nombre Trinitario que hemos sido comisionados a ir y ser Sus instrumentos para el cumplimiento de Su plan de bendición, ej., la gran Comisión (Mateo 28:19-20). Hacemos discípulos “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” Por lo tanto hemos sido enviados a establecer una comunidad sobre la tierra según el patrón establecido en la comunidad divina en el cielo.

IIA. Resumen

En la primera lectura nos enfocamos en entender el termino “discípulo” y su significado y como se relaciona—al ser un discípulo de Cristo. Pero cuando Cristo mando sobre el discipulado de parte de Sus seguidores, de la misma manera que lo hace hoy en día, nos ayuda el entender desde una manera amplia teológica y contextual el mandato que Él ordeno. Nos ayuda saber como la obra de Dios se relaciona hoy según lo que hizo en el pasado y hará en el futuro.

Observamos que el discipulado, como el plan de Dios para la Iglesia, es la manera que Él ha ordenado para traer la bendición prometida a Abraham al mundo. Nos ha dado un Rey permanente en el Señor Jesús quién nos ha dado de Su Espíritu. A través del Espíritu somos transformados a la imagen de Cristo, crecer en nuestro comprometidos al discipulado personal, y somos re-vestidos para amar, servir, y discipular a otros—incluso naciones.

Por lo tanto, entendiendo ampliamente el contexto teológico fortalecerá tu compromiso personal al discipulado y a discipular a otros. Iras adelante con una confianza humilde, conciente que estas justo en medio de los propósitos de Dios para tu vida y el mundo. Tendrás una viva imagen de donde encajas en el desenlace del plan de Dios para bendecir a las naciones. Y, aprendiendo el trasfondo teológico del llamado de Cristo para hacer discípulos de todas las naciones te ayudara ha entender mejor la Biblia, y como se relaciona a tu ministerio, y como enseñárselo a otros.

Recuerda, el plan de Dios de bendecir al mundo se encierra en asegurando un pueblo para Él. Conforme vas y ministras a otros tú contribuyes a Su plan de bendecir al mundo y llamar de las tinieblas a un pueblo para Él.

IIIA. Preguntas para Pensar

1. ¿Cuales son los cuatro pactos Bíblicos que vimos en esta lección? ¿Como se relacionan el Nuevo pacto y el de David con el de Abraham?

2. ¿Como el pacto Mesaico se relaciona a los otros tres pactos?

3. ¿En relación a estos pactos, que tema es el que re-salta en las Escrituras?

4. ¿Como la Gran Comisión se relaciona a cada uno de estos pactos?

5. ¿Donde la encarnación y la cruz encaja en los pactos que acabamos de estudiar y como se relaciona al discipulado?

6. ¿Como estudiando el plan de Dios a través de las Escrituras te ayudo con referencia a tu compromiso personal a Cristo en el discipulado? ¿En tu compromiso de discipular a otros?

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