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Mujeres en Necesidad, Cubiertas por la Iglesia

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Por Melanie Newton

En la lección 7, el punto de atención fue el cuidar del necesitado, especialmente a las mujeres – viudas. Pablo recomienda que la iglesia local debe honrar a las viudas que son verdaderamente viudas. Honrar significa dar apoyo financiero. Las viudas eran mujeres que no tenían otros medios visibles de sustento financiero. A través de las Escrituras, Dios instruye a Su pueblo, quienes tienen suficiente provisión para cuidar de aquellos que no tienen – especialmente a las viudas y a los huérfanos.

En la sociedad actual, el término “viuda” puede ser extendido para incluir a mujeres quienes no solo han pasado por la muerte de su esposo, sino también a aquellas quienes han sido abandonadas por sus esposos, especialmente si son dejadas con la responsabilidad de cuidar a niños. ¿Has enviudado por la muerte de tu esposo? ¿Has enviudado por el abandono de un esposo?

Vamos a mirar tres ejemplos bíblicos de cómo Dios provee por las mujeres que tienen necesidades financieras y algunas lecciones para aquellos quienes están necesitados. Los principios se aplican a cualquier persona, no solamente a las viudas.

Viuda #1

Rut 1-4

El libro de Rut es la historia de la provisión de Dios para dos mujeres, Noemí (una viuda anciana que no estaba en edad de matrimonio) y Rut (una viuda joven en edad de matrimonio). Durante un tiempo de hambruna en Israel, Noemí y su esposo, y sus dos hijos se mudaron al país vecino de Moab para vivir. Los niños crecieron y se casaron con jóvenes locales. Un día, el esposo de Noemí murió. Entonces, sus dos hijos murieron, dejan tres viudas. Noemí decidió regresar a su casa en Israel donde tenía familia. Una de sus nueras viajó de vuelta con ella. Ellas llegaron justo al tiempo de la cosecha de la cebada.

Una de las formas a través de las cuales Dios proveyó para estas mujeres necesitadas en la comunidad fue por el plan descrito en Rut 2:1-3. El mandato venía de Deuteronomio 24:19-21. Dios describió un proceso a través del cual, alimentos en perfecto estado eran dejados a propósito en los campos para que los pobres los tuviesen. Usted puede que sea oriunda de una comunidad agrícola donde esto era practicado.

El dueño de la plantación donde Rut estaba cosechando fue más allá de este mandato. De acuerdo a Rut 2:15-16, se le permitía a Rut cosechar junto a los trabajadores donde iba a estar protegida, Y los trabajadores debían dejar caer grano y dejarlo allí para que ella lo recogiese más fácilmente. Booz estaba diciendo en esencia, “No solo le permitan que recoja lo que caiga al suelo, pero asegúrense que ella reciba buen alimento y no tenga que trabajar tan duro para obtenerlo.”

¿Cuáles son las formas más beneficiosas en las cuales podemos ayudar hoy en día a alguien en necesidad?

Alimento

Alimentos para la familia es extremadamente importante. Al donar alimentos para despensas, especialmente de aquellos quienes están afiliados con ministerios cristianos. O, puede darles alimentos directamente a una familia a través de certificados de compras o bolsas de alimentos que lleves a sus casas. Done alimentos que estén en buen estado, no aquellos que han estado en su despensa por años.

Mi esposo y yo estuvimos en el ministerio cerca de 22 años, y buena parte de ese tiempo vivimos en contribuciones como misioneros. Ron trabajaba duro, pero los puestos de trabajo como misioneros locales no son tan atractivos como las misiones en otros países. Así que, a menudo nuestro ingreso era muy limitado. Sin embargo, nosotros sabíamos exactamente donde Dios quería que estuviésemos. Una época particularmente difícil fue en medio de los finales de los 80’s. habíamos recibido varias donaciones. La mayoría eran artículos de gran utilidad. De hecho, un amigo nos dio carne de venado como para tres meses. Aprendí a cocinarla como la carne de res. Sin embargo, una vez recibimos una bolsa de alimentos que había estado sin uso en la despensa de una persona por años. Las cajas estaban llenas de gorgojos. Las latas estaban oxidadas, y algunas tenían contenido rancio. Yo sé que el donante tenía buenas intenciones; sin embargo, no pudimos usar su regalo.  Y, esto aumentó nuestro dolor y vergüenza, porque era como colocar sale en una herida. Sin la generosidad de amigos y familiares, no hubiésemos podido alimentar a nuestra familia durante ese tiempo. Una vez, cuando supe que nuestros tres hijos iban a estar en casa para las vacaciones, me preguntaba cómo iba a comprar lo necesario para la cena de Acción de Gracias. Dios proveyó a través de un regalo sorpresa de varias bolsas de alimentos que contenían exactamente lo que necesitábamos y nos gustaba. ¡Alabado sea Dios por Su provisión!

Así que, el proveer alimentos es una forma de atender a una mujer o familia necesitada.

Más que alimento

¿Qué tal sobre otros artículos? Ropas, muebles, bicicletas. Las recomendaciones son las mismas. Done algo bueno. Antes de tener una venta de garaje. A menos que usted esté desesperada por el dinero de la venta de garaje. Bote aquellos artículos manchados o rotos.

Nosotros hemos recibido también bolsas de ropas y las hemos usado agradecidos. Recuerdo una bolsa en particular con artículos muy buenos; obviamente eran tomados directamente del armario de alguien, y algunos de ellos tenían aún las etiquetas. Mis hijas y yo pudimos usar la mayoría de lo que estaba en ese regalo. Sin embargo, hemos recibido también bolsas con artículos que no se vendieron en ventas de garajes, artículos que nadie quería. Rotos, o con cierres que no sirven, manchados. Nuevamente, es como colocar sal en una herida. Cuando usted limpie sus armarios o cambie sus muebles, piense en darlo a alguien que no puede ir de compras por esas cosas.

¡El recibir es una experiencia de humildad!

Déjeme enfatizar que el recibir es ¡una experiencia de humildad! ¡Bastante! ¿Cuántos de ustedes han recibido la benevolencia de alguien? Es duro, ¿cierto? Es mucho más difícil recibir que dar. El necesitar recibir algo es el reconocimiento que tú no puedes hacerlo por ti mismo. Tienes que tragar tu orgullo y reputación. Es fácil pensar que todo el mundo puede menos tú. Puedes estar pasando por dificultades financiera ahora mismo. No estás sola.

El recibir también significa aprender a aceptar regalos con gratitud y gozo, y no con vergüenza. Para algunos, el poner atención en uno mismo es muy difícil. Premia al donante con una sonrisa; comparte su gozo. Y vive una vida de agradecimiento bien sea que tengas poco o mucho.

Aquellos de nosotros quienes tengamos más, debemos estar listo para proveer algo por las necesidades en nuestras familias, iglesias o comunidades. ¿Correcto?

De vuelta a nuestra historia. Rut recogía en el campo y se alimentaba a sí misma y a Noemí con el alimento. Dios proveyó un esposo para Rut, ya que ella terminó casándose con Booz, el dueño del campo. Noemí vivía con ellos. Rut tuvo un hijo que llegó a ser el abuelo de David, el rey más grande de Israel y el autor de los Salmos. David era compasivo, con un corazón dador como el de sus tatarabuelos.

Veamos cómo Dios proveyó para otra viuda en 1 de Reyes 17.

Viuda #2

1 Reyes 17:7-24

En 1 Reyes 17, un profeta llamado Elías oró por una sequía de tres años para poder llamar la atención de un rey impío, y luego tuvo que vivir en medio de la sequía tal como lo hizo una viuda canaanita y su hijo. Dios envió a Elías a la viuda que proveería para él. Pero, ella estaba sin alimento. Elías le pidió pan. Él era un representante de Dios. Al pedirle que le hiciera primero a él un pan, él le estaba diciendo que ella debía poner su esperanza en Dios. Entonces, él prometió que el aceite y la harina durarían cuanto fuese necesario. Mientras la viuda ministraba las necesidades de Elías, ella era ayudada.

En cuanto a su condición de viuda y de levantar sola a un hijo, esto no cambió. Ella tenía que recoger la leña. Y hacer el pan. Pero, Dios suplía los ingredientes. Aún había una sequía. Y era todo lo que había para comer. Lo mismo un día tras otro. Ella tenía que estar contenta con lo poco que tenía, y estar feliz de tenerlo. ¿Te das cuenta de lo difícil que es esta sociedad? El estar contenta con menos o muy poco. A pesar que en Estados Unidos un poco puede significar mucho en comparación a la falta de comodidad en países más pobres.

Recientemente, nuestro grupo pequeño estaba estudiando Eclesiastés. Se nos hizo la siguiente pregunta: “Si tuvieran todo lo que quisiesen y necesitaran materialmente, ¿Qué les gustaría hacer con sus vidas?” Yo lo supe inmediatamente, porque he pensado sobre esto antes. Yo quisiera proveer apoyo completo a varios misioneros cristianos para que ellos no tuviesen que gastar tiempo y energía en preocuparse por buscarse sustento. Yo les ayudaría a ir a server y ser usado por Dios en algún lugar. La pregunta aún permanence…Si Dios no aumenta nuestra prosperidad financera ¿puedo estar contenta? Este es un desafío real. Filipenses 4:19 dice que puedo aprender a estar contenta. Puedo hacer todas las cosas en Cristo quien me fortalece.

Algunas veces Dios no provee dinero, pero nos mantiene saludables, dándonos lo básico y lo simple. Como la viuda. Tenemos que hacer nuestra parte. Primero, poner nuestra esperanza en Dios. No en las circunstancias. No en la prosperidad futura.

Dios proveyó ayuda a esta mujer en necesidad. No un esposo, sino un amigo. Y, Él mantuvo a su hijo vivo para que luego él proveyera para ella. Ella colocó su esperanza en Dios y fue recompensada con Su provisión. Ella también aprendió que el compartir de lo poco que tenía con otra persona necesitada, no la haría más pobre, sino al contrario, la enriquecería.

Hay una línea delgada entre buena mayordomía y la falta de fe. De hecho, lo que consideras como planificación cuidadosa puede llevar a miseria y avaricia. Por ejemplo: ¿Qué haces cuando solo tienes en tu refrigerador 1 pollo y una libra de carne molida y $10 en el banco, sin saber de dónde vendrá el dinero? ¿Qué tan lejos llevas la fe y la prudencia?

¿Cómo podemos ver que el ayudar a alguien necesitado no es una imposición? ¿Qué cambios debemos hacer en nuestro estilo de vida? ¿Hay tiempo en nuestros horarios ocupados para responder espontáneamente a alguien que necesite nuestra ayuda hoy o mañana?

Una viuda más. Su historia se encuentra en 2 Reyes 4.

Viuda #3

2 Reyes 4:1-7

Elías entrenó a otro profeta para tomar su lugar – Eliseo – quien fue llamado a ayudar a una viuda. El esposo de esta viuda había estado en el ministerio. Él murió, dejando deudas que pagar. En esos días, y aún hasta tiempos recientes, un acreedor podía tomar a los hijos y ponerlos a trabajar para pagar la deuda. llamándolos sirvientes en deuda, algo común entre los primeros colonos de los Estados Unidos. Uno de mis ancestros vino de Inglaterra de esa forma. Después que la deuda era pagada, la persona era libre nuevamente. En la ley de Dios, los israelitas pobres debían ser ayudados de cualquier forma y no se les debía cobrar interés. Alguien endeudado tenía el derecho de venderse a otro israelita para ser tratado como un asalariado, pero no como un esclavo. Sin embargo, el acreedor había venido forzosamente para tomar a estos dos chicos para que trabajen para él como medio de pagar la deuda. Esto dejaría a la viuda sola, algo que Dios no había establecido para las viudas.

Dios tomó los recursos que tenía esta mujer y su obediencia e iniciativa y proveyó para ella. Su responsabilidad era salir de su casa, ir a los vecinos y pedir prestado la cantidad de vasijas vacías que ellos pudieran darle. Ella junto a sus hijos, en la privacidad de su hogar, vertería el aceite y vería como Dios lo multiplicaba. Después que ella hiciese eso, entonces debía ir a los vecinos y vender el aceite, pagar la deuda y vivir con el resto – buena planificación financiera y disciplina para no incurrir en deuda nuevamente. Un escritor dijo que la vida y situación de esta mujer prueba cómo Dios puede multiplicar cualquier cosa que nosotros sometamos a Él. Dios permitió a esta viuda mejorar su condición y Él proveyó también para su futuro.

Conclusión

¿Cómo podemos aplicar esto hoy día? ¿Qué tal si ayudamos a una mujer o una familia necesitada con un trabajo o un negocio desde su casa – proveer el capital, equipo y clientes? ¿Otras ideas?

Para el dador… Dé cosas buenas, cosas que se puedan usar, lo major que tengas para dar. Facilite estas cosas para que esa persona necesitada lo obtenga y use. Sea un ayudante y una amiga a largo plazo. La mayoría de las situaciones de emergencia duran más que un día. Ayude a mejorar su condición. Ayúdele a evaluar sus recursos y orar para que Dios los multiplique.

Para aquellos quienes reciben… Ponga su esperanza en Dios, no en la prosperidad. Regocíjese con Dios y con el dador por Su provision. No tenga temor de compartir sus recursos escasos. Hágalo con fe que Dios ayudará a que esos recursos alcancen.

Para todos… dé alabanzas a Dios nuestro Padre quien promete ayudar a mujeres necesitadas. Ofrezcamos a Él lo que ya ha provisto y miremos cómo Él lo multiplica.

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