Traducido al español por: Kerry-Ann Chambers
Tiempo: Reino Unificado ~1000-900 A.C.
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo. Por lo cual me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy poderoso.” 2 CORINTIOS 12:9-10
El establecimiento de la monarquía fue un evento especial en la historia de Israel. Al nosotras estudiar esta época, no debemos concluir que la monarquía era mala en sí misma. Siglos antes, Dios había predicho que un rey gobernaría en Israel. Pero al pedir una monarquía, los motivos y el tiempo para Israel era incorrectos (1 Sam 8). Israel pensaba que la causa de sus problemas era la ausencia de un rey, no sus pecados. Colocó sus ojos en los vecinos paganos en vez de Dios. Si Israel hubiese simplemente sido paciente, la monarquía hubiese llegado. En unos pocos años, David, el joven pastor de Judea, entró en escena. Si Israel hubiese esperado un poco más, Dios hubiese colocado al hijo de Isaí en el trono. Pero la impaciencia de Israel llevó a Saúl al trono. Impresionante físicamente, Saúl era el retrato de un rey. Por muchos años, él fortaleció a la nación, hasta que el orgullo brotó en su corazón. Su pecado subsecuente llevó a juicio, y Saúl murió trágicamente en las montañas de Gebeón. El reinado de David dio la bienvenida a la edad de oro de Israel. Él unificó la nación, estableció un gobierno fuerte, y construyó uno de los imperios más poderosos de su tiempo. Conquistó Amón, Edom, Moab, y Siria. Filistea se sometió a su autoridad. Como el “salmista dulce de Israel,” David recibió la bendición especial de Dios. Él sería el ancestro del Mesías, el Señor Jesucristo. Su liderazgo fue decisivo y efectivo. Capturó Jerusalén de los Jebusitas e hizo de Jerusalén su residencia y ciudad real. Un poco tiempo después, él trajo el arca del Señor a Jerusalén, reconociendo públicamente el reinado del Señor sobre él y sobre la nación. La nación prosperó, derrotando a sus enemigos y extendiendo sus límites desde Egipto hasta el Éufrates. El Señor anunció que Él establecería la dinastía davídica para siempre.
Aproximadamente 10 años después que David se estableció en la ciudad de Jerusalén, las debilidades de David y sus fallas empezaron a ser reveladas. A pensar que David permaneció como un hombre de acuerdo al corazón de Dios, él de todas maneras cayó del ideal de un rey. Su pecado con Betsabé y su negligencia ante la maldad de sus hijos y la insubordinación de uno de sus consejeros llevó a la intriga, violencia, y derramamiento de sangre en su propia familia y en la nación.
El rey Saúl, celoso de la elección de David por Dios, pasó el resto de su vida persiguiendo y tratando de asesinar a David. La historia de Abigaíl está en medio de dos incidentes donde David usó restricción propia para dejar a Saúl con vida, ya que era el ungido del Señor.
Referencia Bíblica: En dos semanas, la vida de Abigaíl cambió totalmente. David se casó con Abigaíl y viajó con ella (y su primera esposa Ahinoam) por dos años. Abigaíl tuvo un hijo como esposa de David—Chileab. No se conoce nada más sobre Abigaíl después de este punto.
Referencia Histórica: Cuando leemos este incidente, lo vemos a través de los ojos del mundo occidental. En Estados Unidos, una mujer tiene el derecho legal de decir “No” en cualquier punto de la relación romántica. Si el hombre se rehúsa a detenerse, se considera una violación de sus derechos; se considera una violación. No funcionaba de esta forma para las mujeres del Cercano Oriente.
Referencia Bíblica: El autor [de 2 Samuel] pone su dedo acusador a David, no a Betsabé. No fue la indiscreción de Betsabé por bañarse, ya que ella estaba simplemente obedeciendo el ritual de purificación delineado en la ley – en la tarde a la puesta del sol. Estaba casi oscuro. Fue David, el que debido a su elevación y vista, miró inapropiadamente a Betsabé, violando su privacidad. La secuencia del pecado en la vida de David no termina con su unión adúltera con Betsabé. Lleva a un plan engañoso para hacer aparecer a Urías como el padre del hijo de David con Betsabé y culmina con el asesinato de Urías por David y su matrimonio con la esposa de Urías, Betsabé” (Bible.org)
Referencia Bíblica: El salmo 51 es el arrepentimiento de David (su acuerdo con Dios sobre su pecado y la decisión de cambiar su comportamiento). Esto revela su corazón por Dios. También, de todas las esposas de David, Dios escogió a Betsabé para dar a luz el sucesor de David, salomón. Ella, se unió a otras dos mujeres de reputación dudosa (Tamar y Rahab) en la genealogía de Jesucristo (Mateo 1: 6-17).
Dios amaba a Abigaíl y a Betsabé. Él conocía lo que estaba sucediendo en sus vidas. Las dificultades matrimoniales, las tentaciones que enfrentaron, las pérdidas que sufrieron – Él estaba allí en todo. Él podia hacer algo al respect. La vida de Abigaíl fue preservada usando las fortalezas que Dios le dio. Betsabé, a pesar que ella sufrió las consecuencias del pecado, fue bendecida con el nacimiento de Salomón, heredero al trono. Durante el caminar de ambas, un Dios amoroso dijo “no” a algunas cosas. Sin embargo, Abigaíl y Betsabé eligieron confiar en Él en vez de someterse al miedo. De la misma forma, Dios puede elegir no librarle de un matrimonio miserable o prevenir que usted viva las consecuencias del pecado. Pero, en cualquiera y en todas las situaciones, usted puede contar con estas verdades…