Traducido al español por: Kerry-Ann Chambers
Tiempo: En la tierra ~1400 A.C.
“Por fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los incrédulos, habiendo recibido a los espías en paz.” HEBREOS 11:31
Después de 40 años de luchas, Israel se mantuvo en pie para entrar a la Tierra Prometida. Pero entraría sin Moisés, quien había fallecido. Quedaba aún mucho trabajo. Esta nueva tierra Hermosa era peligrosa. Numerosas ciudades-estados cubrían el relieve, cada una de ellas bien fortificadas, amuralladas y con un ejército probado en batalla. Conquistarla sería una tarea difícil y tomaría tiempo.
Pero, Dios permaneció fiel a Su pueblo. Él equipó un Nuevo líder, Josué, quien había sido entrenado bajo el liderazgo de Moisés por 40 años para este trabajo. Josué sabía que los 2,5 millones de israelíes, más sus rebaños necesitaban cruzar un río caudaloso y comenzar la conquista de la tierra. Así que envió a 2 espías para observar secretamente el área de guerra inminente, particularmente, Jericó – un punto estratégico para llegar a tres pasajes a través del desierto a Canaán. Dios se encargó de que los Israelitas cruzaran el río, proveyendo milagrosamente un camino de tierra seca para marchar hacia y a través de Jericó – una ciudad amurallada 9.5 acres – y una vez dentro les tomaría ~¡1/2 hora!
Referencia Histórica: Los ciudadanos de Jericó estaban bien preparados para un sitio, ya que una vertiente estaba dentro de los muros de la ciudad y la cosecha recién se había recogido (Josué 3:15), proveyendo abundante suministro de comida, visto en las grandes vasijas de granos halladas en las casas. Así, los habitantes de Jericó podrían sobrevivir por varios años. Las vasijas llenas de granos muestran que el sitiado era corto ya que la población dentro de los muros consumía muy poco del grano, otra verificación histórica de la certeza bíblica.
Piénselo: Rahab no conocía lo suficiente a este Dios nuevo cómo para saber que Él puede ser confiado para la protección de Su pueblo. Esto es algo que ella aprendería en un par de semanas.
Referencia Histórica: La iglesia primitiva veía el cordón de color sangre como un símbolo de la expiación de Cristo como la sangre del cordero Pascual.
Referencia Histórica: Alrededor de Jericó estaba un terraplén con un muro de piedra como base de 12 a 15 pies de alto. Encima de éste se hallaba un muro de adobe de 6 pies de ancho y 20 pies de alto. En la corona del terraplén se hallaba un muro similar de adobe de una altura de 20 pies, alcanzando unos 46 pies de la altura del suelo. Humanamente hablando, el fuerte de Jericó era impregnable. La evidencia arqueológica revela que el muro de ladrillos de adobe de la ciudad colapsó cuando la ciudad se acercaba a su fin (~1400 A.C.) excepto por una abertura al norte del muro de la ciudad que no cayó como en las otras partes. Había casas construidas en el muro tal como cita Josué 2:15. Excavaciones han mostrado que los ladrillos de los muros colapsados formaron una rampa contra el terraplén para que los Israelitas pudieran trepar sobre el tope de la ciudad tal como se describe en Josué 6:20. La ciudad fue totalmente quemada (Tomado de “The Walls of Jericho” (“Los Muros de Jericó”) de Bryant Wood, Revista Creation, Marzo 1999, páginas 36-40).
Referencia Bíblica: La palabra hebrea más comúnmente traducida como esperar (en el Señor) es qavah, que significa esperar y tener expectativa. Significa también enlazar, como al atar cabos sueltos. Esperar es algo raramente placentero, pero lo hacemos diariamente en varias situaciones (en los consultorios médicos, el tráfico, o filas para pagar). Nuestro enfoque no es usualmente en la espera misma, sino en el resultado de la espera. Cuando se espera en el Señor, la Biblia comunica un mensaje claro: debemos de hacerlo, y es para nuestro bien. Salmo 27:14 nos dice que esperar en el Señor fortalecerá tu corazón. Esperar en Dios nos fortalece en todas las áreas de nuestras vidas. Durante ese tiempo de espera, nuestro oído está más en sintonía con la obra de Dios. Miqueas 7:7 dice: “Pero yo miraré a Jehová”. Debemos también estar dispuestas a hablar con Él en oración. Cuando buscamos a Dios para una solución en nuestras vidas, estos tiempos de espera fortalecerán nuestra relación con Él en la medida que aprendemos a confiar en Su tiempo y bondad. Nos une a Él. (Tomado de “Entwined in Him” (Entretejido a Él) por Lisa Jenkins-Moore, Living Magazine, Noviembre 2016, pp. 16-17)
“Tú estás esperando en ese momento de mi vida, cuando mi fé y esperanza colidan. Mi corazón está anticipando cómo y cuándo te moverás. Oh, es allí cuando pruebas que Tú también estás esperando” (“En la Espera” por Shannon Wexelberg)
Referencia Bíblica: Rahab and Salmon tuvieron un hijo, Booz. Booz fue el padre de Obed; Obed el padre de Isaí; Isaí el padre del Rey David. Y del linaje del Rey David de la tribu de Judá vino el Mesías prometido, Jesucristo nuestro Salvador y Señor.
Referencia Bíblica: Por siglos, los cristianos han tratado de suavizar la reputación de Rahab al argumentar que ella era solamente un ama de llaves, pero el Nuevo Testamento se refiere a ella como una mujer inmoral. La palabra griega usada para describir a Rahab es porne, la palabra de la cual se deriva “pornografía.” “Porne” es usado solamente para inmoralidad. Esto en ninguna medida tiñe la justicia de Dios, quien usó una persona como ella para el cumplimiento de Sus propósitos. En vez, este incidente sirve para traer Su misericordia y gracia al enclaro relieve. (The Bible Knowledge Commentary, Old Testament, “Comentario del Conocimiento de la Biblia, Antiguo Testamento”, p. 330)
Dios amaba a Rahab. Él conocía lo que estaba ocurriendo en su vida. Él era capaz de hacer algo al respecto. Pero Dios no guardó a Rahab de perder la seguridad de su hogar, ni tampoco impidió que ella pasara la agonía de ver a los Israelitas marchar alrededor de la ciudad por 7 días. Recuerde, ella no conocía este plan. Cuando ella se arriesgó en fe, Él le halló. Ella confió que Dios la rescataría, y Él lo hizo. Dios la juzgó por su corazón – a la mujer interna, no por su estilo de vida – su apariencia externa. Él no solo salvó su vida, sino que le perdonó su pasado y le dio un nuevo futuro. Ella escogió confiar en Dios en vez de someterse al miedo. De la misma forma, Dios le perdona a usted su pasado y le da un nuevo futuro. Y, en cualquiera y en todas las situaciones, usted puede contar con estas verdades …