Para siempre, oh Jehová permanece tu palabra en los cielos (Salmo 119:89)
¿Alguna vez ha pensado usar algún programa de lectura Bíblico? Existen diferentes alternativas, si quiere leer por ejemplo de 3 a 4 capítulos por día, ¡puede llegar a leer la Biblia en tan solo un año! Sin embargo, algunas personas piensan que este método es muy largo para hacerlo diariamente (por ejemplo, 30 minutos en la mañana). Otra opción a tener en cuenta es tomar una pequeña porción de la escritura o por ejemplo un salmo. Quizá esta sea la mejor opción para usted ya que muchas personas suelen optar por estudiar porciones cortas de la Biblia.
Si ninguna de las opciones anteriores se ajusta a sus necesidades, puede tener en cuenta la siguiente recomendación, - más acorde para quienes enseñan la palabra o les gusta hacer estudios profundos en su ministerio- El antiguo testamento puede ser leído en grandes porciones semanalmente según su disponibilidad de tiempo. Mientras que el nuevo testamento puede ser leído de manera repetitiva. La idea es tomar un libro del nuevo testamento, como Gálatas y leerlo en una sola sesión, haga esto diariamente por un mes y notara como al final del mes tiene un amplio conocimiento y entendimiento del mensaje en Gálatas, y los beneficios de este método es que usted no olvidara lo estudiado, o al menos fácilmente, Los versos que eran difíciles de entender se clarificaran. En cualquier caso, usted puede utilizar este método en todos los libros del nuevo testamento, dividiendo los libros extensos en pequeñas unidades para su mejor compresión, por ejemplo Mateo puede ser dividido en cuatro unidades de siete capítulos cada uno; Apocalipsis se podría dividir en dos unidades de siete y ocho capítulos cada una, o dos unidades de cinco y dos de seis capítulos. Lea cada unidad una vez al día por un mes, esto significaría que al final usted habrá invertido 120 días en el libro de Mateo. A este paso usted podrá terminar todo el nuevo testamento en más o menos 3 años. Pero… hay una gran diferencia, usted probablemente entienda todo lo que lea, pero ¿cuánto de todo lo leído memorizo? ¡Téngalo en cuenta!
Todos nosotros podemos escuchar la palabra, ya sea en una predicación o por nuestra parte en nuestro tiempo de lectura diario, podemos memorizarla para tenerla disponible a cualquier momento para meditar, evangelizar, hacer guerra espiritual o apoyarnos en el diario vivir. Memorizar la palabra requiere dedicación, esfuerzo, perseverancia y un plan de acción, los beneficios que encontramos en la memorización son enormes no solo para nuestro crecimiento espiritual sino personal. Así que lo animamos a buscar el programa de memorización de escritura que tenemos para usted disponible en la fundación de estudios bíblicos (http://www.bible.org/docs/splife/sm-niv/sm-niv.htm).
Nuestra posición primaria ante la palabra del Señor es la misma posición que debemos tener frente a Él. Como dice Isaías, Dios mirara a quien es pobre y humilde de espíritu y que tiembla ante su palabra (Isa 66:2b). Debemos estar ante El con humildad, abiertos a recibir y queriendo recibir su instrucción, corrección y animo. Deje que la palabra de Dios lo lea, examine y hable a sus necesidades. A través de la meditación y oración pídale a Dios que le muestre su voluntad por medio de la palabra y seguramente El lo hará.
Traducido por Karen Cabrera.