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Where the world comes to study the Bible

5. La Trinidad

No estaba muy animado por los próximos 45 días. Como les pasa a las familias militares en todas partes, tenía que irme por alrededor de seis semanas para atender un ‘negocio’ del “Tío Sam”, y con una esposa joven y tres hijos pequeños, eso no era divertido. Pero había una cosa en este viaje, que lo hizo soportable—tendría un compañero de cuarto Cristiano. Me animaba la oportunidad del compañerismo y el estudio con otro creyente, y definitivamente no iba a extrañar el tener que aguantar las borracheras y parrandas de compañeros anteriores.

Después de terminar nuestros deberes y acomodarnos en nuestro cuarto el primer día, mi compañero, Bill, y yo comenzamos nuestro primer estudio devocional nocturno. Alrededor de cinco minutos después, algo impresionante se hizo aparente—a Bill le habían enseñado en su iglesia una falsa doctrina sobre la Trinidad. Yo estaba horrorizado—él iba a una iglesia Bautista grande, poderosa, que era reconocida por su predica Bíblica, trabajo misionero, y evangelismo. Sabía que Bill asistía a estudios Bíblicos entre semana además del servicio dominical normal por la mañana y por la noche, y la escuela dominical. Se había convertido en esta iglesia tres años atrás— ¿como era posible que no conociera la enseñanza ortodoxa de la Trinidad?

En los próximos días, le mostré lo que la Biblia enseña sobre la naturaleza del Dios Trino, y pudo ver la verdad. También descubrí como fue que obtuvo esa rara perspectiva. En los tres años de intenso compañerismo y estudio en una grande, conservadora y dinámica iglesia Bautista, nunca había oído que se mencionara la Trinidad. Su entendimiento había venido de respuestas erróneas que su maestro de escuela dominical le había dado cuando Bill hacia preguntas sobre el tema. En nuestros 45 días juntos, hicimos muchas cosas, y me di cuenta que la “reconocida” iglesia realmente y únicamente se enfocaba en Juan 3:16, en diezmo, comportamiento, y en la segunda venida de Cristo—doctrinas importantes, pero muy lejos de toda la verdad.

A través de la historia de la iglesia, los enemigos de Dios han atacado la enseñanza Bíblica sobre Su Naturaleza, particularmente sobre la Deidad de El Hijo de Dios. La doctrina que tocamos en este capitulo es una de las más atacadas (y la mejor y más defendida consistentemente) entre todas las grandes enseñanzas de la Fe: Dios es Trino, eternamente existente como Padre, Hijo y Espíritu (tres personas o personalidades que son personalmente distintas) —pero solo hay un Dios. Esto ha sido llamado la doctrina de la TRINIDAD desde los días tempranos de la iglesia, pero las guerras de la iglesia y debates filosóficos que entonces rodeaban la doctrina, han obscurecido el hecho de que la doctrina de la Trinidad esta sólidamente soportada por la Santa Escritura, y está directamente sacada de las Escrituras.

La simple declaración que hemos hecho, sin términos técnicos filosóficos, expresa lo que la Biblia enseña por doquier acerca de este tema. Francamente, de repente no la entiendo. Sin embargo, reconozco completamente que la Biblia enseña estas verdades y las creo y las enseño las entienda o no. Entonces, la clave para la presuposición que debemos de tener al tocar la doctrina de la Trinidad es esta: CREE LO QUE LA BIBLIA TE ENSEÑA, Y NO TRATES DE ENTENDERLO. Piénsalo—esta doctrina habla del aspecto esencial de la naturaleza de Dios, ¿como podemos esperar entenderlo?

Ciertamente, casi todas las sectas que se han alejado de la fe Cristiana evangélica han comenzado con alguien que ha tratado de explicar la Trinidad, o una perversión de esa doctrina ha estado cerca del centro del movimiento. Desde los agnósticos, quienes han vivido desde que los apóstoles estaban en la tierra, hasta las sectas que han brotado de la gente de Jesús en los 60´s y los tele-evangelistas de hoy, la negación de, o perversión de la doctrina de la Trinidad ha sido el factor común en casi todas ellas.

    · El día de hoy, los Testigos de Jehová, y El Camino (The Way) niegan la Divinidad de Jesús y la personalidad y deidad del Espíritu Santo.

    · Los mormones y las sectas de Armostrong (la Iglesia Mundial de Dios y sus ramificaciones) creen en una forma refinada de politeísmo (creer en más de un Dios).

    · Muchos grupos Pentecostales creen en una perversión de la Trinidad que tiene a Dios “pretendiendo” ser diferentes personas en tiempos diferentes, llamado “Mónada,” o “solo Jesús.” Históricamente esto es llamado modalismo, idéntico a la secta de 1500 años de Sabelianismo).

    · La perspectiva de toda la iglesia ortodoxa, incluyendo evangelistas, Ortodoxos del Este, y Católicos Romanos, ha sido siempre que la negación de la doctrina de la Trinidad constituye una salida de “la fe que fue entregada una vez a los santos.”

Al discutir esta importante doctrina, trataré de no depender del lenguaje técnico de teología, pero me concentraré en las declaraciones de la Biblia. Debido a la vasta importancia de esta doctrina, y la necesidad de cubrir todas las bases, te daré muchos versículos para que los busques por tu cuenta.

La doctrina de la Trinidad tiene estos elementos: (1) Solo hay Un Verdadero Dios (monoteísmo); (2) Hay una pluralidad de personas en Dios, y esta pluralidad no es imaginaria, pretendida, o temporal; (3) El Padre es Dios (4) El Hijo es Dios (5) El Espíritu Santo es Dios. Siendo algo como un aficionado matemático, he aprendido a expresar esto como una formula matemática que no tiene significado en la matemática humana: 1+1+1=1 (3). O sea, la suma de los tres aún es uno, pero hay una “trinidad” que la Biblia expresa claramente sin siquiera tratar de explicarla.

Monoteismo:
Solo hay Un Verdadero Dios

Muchos de los enemigos del Cristianismo, incluyendo musulmanes, judíos, y sectas como los Testigos de Jehová, han dicho que la Trinidad constituye paganismo, politeísmo, y la adoración a más de un “dios.” Sin embargo, el fundamento de la doctrina de la Tri-Unidad de Dios es que solo hay un Dios. Es enfáticamente enseñado en el Antiguo y Nuevo Testamento. La profesión de fe de Israel era (y es) “escucha oh, Israel, el SEÑOR nuestro Dios es un SEÑOR.” (Deuteronomio 6:4). Cuando se le preguntó, Jesús dijo más de una vez que este era el más importante de los mandamientos (Marcos 12:28-34).

Lo absoluto del monismo de Dios es declarado una y otra vez en el Antiguo Testamento: “…Y no hay dioses conmigo” (Deuteronomio 32:39); “…Yo soy Jehová, y no hay otro” (Isaías 45:18) “…antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí” (Isaías 43:10). De forma similar, el Nuevo Testamento expresa la unidad de Dios: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres” (1Timoteo 2:5); “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado…” (Juan 17:3).

En el Antiguo Testamento, Dios se proclamó a si mismo con muchos nombres, cada uno expresando atributos diferentes de Él, pero el nombre característico que usó con su gente fue YHWH (o JHVH, dependiendo de cómo expreses las letras Hebreas en Inglés), una palabra sin vocales. Esto ha sido transliterado al español ya sea como Jehová o Yahvé. Las traducciones confiables de la Biblia universalmente lo traducen en español ya sea como SEÑOR o DIOS, usualmente todo en letras mayúsculas para indicar que es el NOMBRE. Jehová definió Su nombre a Moisés en Éxodo 3:14: “YO SOY EL QUE SOY”… Jehová no debe su existencia a nada ni a nadie—Él es el auto existente, El Único Verdadero Dios.

Pluralidad:

En el Verdadero Dios Existe una Pluralidad de Personas
En relación con las fuertes declaraciones de la Biblia sobre el monoteísmo, esta es una declaración que desconcierta. Sin embargo, la Biblia apenas toca este punto. Definitivamente solo hay un Dios, pero también hay una pluralidad, un “trío” acerca de Dios que la Biblia expresa, el cual no podemos definir en términos humanos en relación con Su Unidad. Primero, hay términos plurales y nombres aplicados a Dios. El que más predomina en la Biblia es Hebreo Elohim. Las sectas han inventado toda clase de razones falsas sobre el porque la Biblia usa términos plurales para describir al Único Dios, pero algunas palabras del viejo saint John Gill aclarará el asunto de una vez por todas:


“Moisés pudo haber hecho uso de otros nombres de Dios, al narrar la creación; como su nombre Jehová, por el cual Dios se dio a conocer a él, y a la gente de Israel; o Eloah, singular de Elohim, lo cual es usado por él (Deuteronomio 32:15-16) y en el libro de Job tan frecuente; para que no fuera la necesidad de nombres singulares de Dios, ni de la aridez del idioma hebreo que lo obligó a utilizar una palabra plural; era sin duda una elección, y con el diseño…”(Cuerpo de la Divinidad, vol 1, pp. 187-88).

Otros términos plurales usados para Dios en el Antiguo Testamento incluyen panim(equivalente al Griego prosopa, que significa “caras,” “personas,” o “presencia,” ) que se encuentra en Éxodo 33:14-15, Salmos 27:8-9, y Deuteronomio 4:37; el Hebreo literal para ‘Hacedor’ en Job 35:10, Salmos 149:2, e Isaías 54:5, es el plural Hacedores; para Creador en Eclesiastés 12:1, la palabra hebrea literal es Creadores. Dios también es descrito con pronombres plurales, como en “…Hagamos al hombre a nuestra imagen.” (Génesis 1:26), también ver Génesis 11:6-8 e Isaías 6:8. Finalmente, en Isaías 48:16-17 hay una declaración que, si se lee en relación con el nuevo testamento, es tan clara como cualquier otra declaración en la Biblia, como el Señor DIOS (Adonai Jehová) el Espíritu, y el Redentor son todos mencionados en el mismo contexto como personas separadas.

Por supuesto, hay muchas escrituras en el Nuevo Testamento que hablan del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo en el mismo contexto, y con una perspectiva obvia de distinción entre ellos. En los capítulos de Juan 14-16, hay referencias repetidas hacia esta distinción. La que más resalta es en el Bautismo de Jesús, en Mateo 3:16-17, donde oímos la voz del Padre, vemos al Espíritu descender en forma de paloma, y también vemos al Hijo de pie en el agua.

El Padre es Dios

Esto no debería ser necesario decirlo, pero para aquellos moralistas que rechazan la permanencia de la primera persona de la Trinidad, decimos: (a) Jesús es repetidamente llamado el Hijo de Dios, entonces Dios es el Padre, y el Padre es Dios. (b) No hay escritura que de siquiera la más mínima idea de que el Padre deja de ser una persona separada. (c) Hay muchas Escrituras que establecen que hay una distinción entre El Padre, El Hijo, y El Espíritu Santo. El problema aquí, como nos dice Gregory A. Boyd en su libro, Oneness Pentecostals and the Trinity (Pentecostales Jesús Solamente y la Trinidad), es que cuando la gente se acerca a las Escrituras con una idea preconcebida (como la falsa doctrina donde no hay distinción entre el Padre y el Hijo), ¡encuentran en la Biblia cosas que no están allí!

Otra dificultad (prominente entre las sectas de tipo Ariano—aquellos que niegan que Jesús es Dios) es que mucha gente malinterpreta la relación entre El Padre y El Hijo Cristo Jesús. La razón por la que hay confusión en algunos, es porque se concentran en declaraciones hechas por y acerca de Jesús durante su periodo de humillación en la tierra. La relación eterna entre Padre e Hijo es entre iguales (Juan 17:1-5, ver como Jesús le habla a su Padre, y Hebreos 1:1-14, donde el Padre ordena a los Ángeles a adorarlo. Declaraciones como “…por que Mi Padre mayor es que yo.” (Juan 14:28) deben ser entendidas en relación con el propósito de Jesús durante su ministerio terrenal. En hebreos, después de empezar por exponer la divinidad exaltada y absoluta del Hijo (1:2-9) el apóstol declara, “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor (o, menor por un poco de tiempo) que los Ángeles, a causa del padecimiento de la muerte…” (Ver también Felipe 2:5-11). Jesús vino a la tierra para lograr la eterna redención. Su Divinidad fue cubierta, escondida, en la carne. Pero, como nuestro próximo punto declara:


Jesús Cristo es Dios

Él no solo es el Hijo de Dios, Él es Dios Hijo. Este es el cimiento de la doctrina Cristiana—Jesús mismo dijo “…Por eso dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que Yo Soy en vuestros pecados moriréis.” (Juan 8:24) Esto no es solo una enseñanza especulativa y filosófica—al menos que Dios nos redima Él Mismo, ¡no podemos ser redimidos (ver Salmos 49:7,15)! Primero, sabemos que Él es Dios por que Él es llamado Dios. (Juan 1:1) Verdaderamente, en Juan 20:28, donde Tomas llama a Jesús “Señor mío, Dios mío…” el Griego literal es “Señor de mi, y Dios de mi.” Hebreos 1:4-14 es un pasaje notable de la escritura, como los profetas del Antiguo Testamento son citados para mostrar (a) Dios llama a Cristo su Hijo, (b) Él les dice a los Ángeles que adoren a Cristo, un honor que solo le pertenece a Jehová (Isaías 42:8), (c) Él llama al Hijo, Dios. Él declara que el reino de Cristo es eterno.

La siguiente razón por la cual sabemos que el Hijo es el mismo Dios Eterno, es porque Él es adorado. Isaías 42:8, Éxodo 20:3, y muchos otros pasajes del Antiguo Testamento prohíben la adoración a todos menos al Mismo Jehová Dios—pero vemos en muchos pasajes que Cristo es Adorado (ejemplos—Felipe 2:9-10, Hechos 7:59-60, Apocalipsis 5:6-14, lo cual es adoración en el cielo.

Otra razón por la cual sabemos que Él es Dios es por que las obras de Dios son atribuidas a Él. La creación (Juan 1:3, Hebreos 1:2) La preservación del universo (Colosenses 1:17, Hebreos 1:2-3), la venida del Espíritu de Dios (Juan 16:7) el perdón de los pecados (hechos 5:30-31) y la dadiva de vida eterna (Juan 17:2-3) son solo unos ejemplos de las obras divinas que Él hizo.

Él demostró su poder sobre la naturaleza, sobre enfermedad, poderes demoníacos, aún sobre la muerte, y en dos ocasiones, escondió su humanidad en gran manera. En el monte de laTransfiguración, les permitió a sus discípulos ver Su Ser Glorioso como verdaderamente era, y cuando los soldados vinieron al jardín a arrestarlo, hizo que cayeran a tierra al decir…”YO SOY.” (Juan 18:4-6). Él verdaderamente hizo las obras de Dios.

Aún otra razón para que sepamos que Él Hijo es Dios es porque posee atributos divinos. La Biblia dice que Él tiene vida en Si Mismo (Juan 5:26), Eternidad (Juan 1:2), Omnisciencia (Juan 1:48), Omnipresencia (Mateo 18:20—Él estaba en la tierra, y en la carne, y uso tiempo presente, demostrando que tenía este atributo aún en su ministerio terrenal), Inmutabilidad (Hebreos 13:8), Soberanidad (Mateo 11:27), y Omnipotencia (Mateo 28:18-20). Hay una fuerte declaración de la absoluta Deidad del Mesías en Jeremías 23:5-6:

“…He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra.”

Aquí tenemos a Jehová Dios claramente hablando, y muy claramente hablando del Mesías, y el nombre que da al Mesías es Jehová-Tsidkenu— ¡el soberano Jehová llama al Mesías Jehová!

El Espiritu Santo es Dios

(Muchas de las notas para esta parte de la lección vinieron del excelente libro El Espíritu Santo por A.W. Pink.)

Incluido en esta declaración esta la suposición de que el Espíritu Santo es una Persona, no una fuerza, influencia, etc. Muchas sectas niegan Su personalidad. Es convertido en algo como “electricidad divina,” un tipo de fuerza impersonal para Dios y lo bueno en el mundo. Esto, por supuesto, va de acuerdo con su negación de la Trinidad. Sin embargo, cuando vemos la Biblia, nos damos cuenta que tiene cualidades personales atribuidas a Él por la Escritura—tales como entendimiento y sabiduría (1 Corintios 2:10-11), voluntad (1 Corintios 12:11), amor (Romanos 15:30), y tristeza (Efesios 4:30). Además, se le puede mentir (Hechos 5:3), puede ser tocado, puesto a prueba (Hechos 5:9). También vemos acciones personales atribuidas a Él por la Escritura: Él habla (1 Timoteo 4:1; Apocalipsis 2:7); Él enseña (Lucas 12:12; Juan 14:26); Él ordena (Hechos 13:2); y, Él intercede (Romanos 8:26).

La Biblia aplica caracterizaciones personales a Él—es llamado el Consolador (Juan 14:16), Testigo (Hebreos 10:15, Romanos 8:16), Justificador y Santificador (1 Corintios 6:11).

Finalmente, en muchas partes de la Escritura, son usados pronombres personales de Él (Juan 14:26; Juan 16:7). El Espíritu Santo no solo es una persona, El Espíritu Santo es Dios, al igual que El Padre es Dios, y El Hijo es dios. De alguna manera Un Verdadero Dios, pero también en una manera incomprensible por la mente humana, una persona diferente dentro de la Trinidad.

En la Biblia, El Espíritu Santo es llamado Dios (Hechos 5:3-5; 1 Corintios 3:16—Comparar con 2 Corintios 6:16). El Espíritu Santo también es llamado Jehová—Fue Jehová quien hablo por medio de los profetas (Lucas 1:68-70) y Pedro dice que fue el Espíritu Santo (2 Pedro 1:20, también compara Samuel 23:2-3 con Hechos 1:16). Fue Jehová contra quien Israel se reveló en el desierto (Salmos 78:4, 17-18), pero Isaías dice que fue el Espíritu Santo (Isaías 63:10). En Deuteronomio 32:12, Jehová dirigió a Israel, pero en Isaías 63:14, dice que el Espíritu Santo los dirigió. Jehová comisiono a Isaías el profeta (Isaías 6:6-8), pero Pablo dice (bajo la inspiración del Espíritu Santo) que fue el Espíritu Santo quien comisionó al profeta (Hechos 28:25-26).

A través de las Escrituras, El Espíritu Santo demuestra los atributos de Dios en Sus acciones, mayor y menor santidad (Romanos 1:4; cf. Ex 15:11), Eternidad (Hebreos 9:14), Omnipresencia (Salmos 139:7), Omnisciencia (1 Corintios 2:10-11), Omnipotencia (Lucas 1:35; Mic. 3:8; Isaías 40:28), y soberanía (Mateo 4:1— ¡Él guió a Jesús!) (Juan 3:8; 1 Corintios 12:11; Hechos 13:2-4; 20:28). Finalmente, El Espíritu Santo hace las obras de Dios.: Él llevó a cavo la obra de la Creación (Job 26:16; 33:4; Génesis 1:2), Providencia (Isaías 40:13-15; Hechos 16:6-7), Inspiración (2 Pedro 1:20-21), Ungiendo al Salvador (Isaías 61:1; Juan 3:34), y levantando al Salvador (Romanos 8:11).

La doctrina de la Trinidad nos revela un Dios que es muy diferente a los “dioses” de los paganos, pero también muy diferente del Dios tradicional del Judaísmo moderno, Islam, y de las sectas Arianas y Sabelianas que florecen hoy en día. El término histórico para el monoteísmo antitrinitario es “Monarquianismo.” Aunque halla similitudes entre ellas y el Cristianismo, al menos hay dos cosas que faltan en estas religiones—relación y redención.

    1. Relación—El “dios” austero y solitario que estos grupos adoran no es capaz de tener una relación. No tiene con quien relacionarse, y no hay ninguna forma de que se relacione con el ser humano excepto como juez, benefactor, o un objeto de adoración. El Dios Trino, por otro lado, ha experimentado fraternidad consigo mismo desde la eternidad—la relación es algo natural para Él. A través del Dios hecho hombre, Cristo Jesús, el ser humano entra en una fraternidad y relación con el Dios Todopoderoso. El Padre es Nuestro Padre; Cristo es nuestro Hermano adoptado y el Espíritu es nuestro Consolador. Somos amados, caminamos en una fraternidad con Dios, quien es un experto en la verdadera fraternidad.

    2. Redención—No hay forma en que las religiones del Monarquianismo puedan lograr la redención de buena fe (verdadera). Su Dios perdona u ofrece misericordia arbitrariamente, ignora el juicio simplemente por que quiere, o porque ha acordado hacerlo, basado en ciertas condiciones. El pecado realmente no es tratado—no hay que pagar por él, su dios simplemente lo ignora. No hay justicia en este tipo de sistema. Sin embargo, en el Cristianismo Bíblico se paga por cada pecado (ver capitulo 6), porque un Ser infinito, el Dios hecho Hombre, murió como substituto por los pecadores. Todos aquellos que se convierten a Él por fe, toman parte de Su precio de redención. Aquellos que no se convierten pagan su propia condena—eternamente. El misterio de la Cruz (ver capitulo 5) es que Dios (El Padre) arrojó su ira sobre Dios (El Hijo), pero solo hay un Dios. Es una paradoja para nuestras mentes, pero es la única manera en que la redención podía ser llevada a cavo con justicia. Cada cosa mala que haya sido hecha por cualquier persona contra Dios o contra la gente es vengada, la justicia es lograda, y las cuentas del universo son balanceadas. Si no hay Trinidad—no hay redención.

Cristiano, nosotros adoramos a un Dios Trino. No podemos entenderlo; nos maravillamos en Él; no tiene explicación—pero es la Verdad. Cualquier otra cosa no es Cristianismo.

Ver Apendice 6 para estudiar las preguntas y proyectos del Capitulo 4

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